Medidas para Prevenir los Riesgos Laborales durante los Meses de Verano

El verano trae consigo la temporada de vacaciones, con sus días soleados y eventos al aire libre. Sin embargo, muchas personas siguen trabajando durante esta época, algunas en espacios exteriores y expuestas a condiciones extremas. Y es que el aumento de las temperaturas que suele darse en esta época del año representar uno de los riesgos laborales más significativos para la salud y el bienestar de los trabajadores.

Durante los meses de julio y agosto, especialmente en sectores como la agricultura y la construcción aumentan los riesgos laborales, por lo que es crucial implementar medidas preventivas que protejan a los empleados durante su jornada y contribuyan a un entorno de trabajo más saludable.

En este artículo, vamos a explicar cuales son los riesgos laborales que pueden afectar la seguridad en el entorno laboral durante los meses de verano. Repasaremos los accidentes más comunes que suelen darse y las normativas actuales en materia de prevención. ¡Sigue leyendo! 

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1) Los Accidentes y Riesgos Laborales más Comunes en Verano

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) informa que un 25% de los trabajadores en España experimentan molestias considerables debido al calor durante su jornada laboral.

En verano se aconseja que la temperatura esté entre los 23º y los 26º, y en invierno entre los 20º y los 24º, unos límites que se aplican a todos los trabajos, independientemente del sector de actividad o del tamaño de la empresa.

Por ello, es fundamental que las empresas sean conscientes de los potenciales problemas que pueden ocasionar el trabajar por encima de estas temperaturas recomendadas y conocer cuales son los accidentes y riesgos laborales más comunes asociados con el calor estival.

  • Golpes de Calor: Uno de los riesgos laborales más graves que pueden enfrentar los trabajadores durante el verano. Ocurre cuando el cuerpo es incapaz de regular su temperatura debido a la exposición prolongada a altas temperaturas o a esfuerzos físicos intensos. Los síntomas incluyen confusión, mareos, pérdida de conciencia y, en casos severos, pueden llevar al coma o incluso ser mortales si no se actúa rápidamente.
  • Deshidratación: La pérdida excesiva de agua y sales minerales a través del sudor puede llevar a una disminución en la capacidad física y mental del trabajador, aumentando el riesgo de errores, accidentes y problemas de salud. Los signos de deshidratación incluyen sed intensa, boca seca, fatiga y mareos.
  • Alergias y Picaduras: Durante el verano, las alergias estacionales suelen agravarse debido al aumento de polen y otros alérgenos en el aire. Además, los trabajadores que realizan tareas al aire libre están más expuestos a picaduras de insectos, como abejas, avispas y mosquitos, que pueden causar reacciones alérgicas graves en personas sensibles.
  • Exposición Prolongada al Sol: Los trabajadores al aire libre están especialmente expuestos a la radiación ultravioleta (UV), que es más intensa durante el verano. El no usar una protección adecuada puede causar quemaduras y aumentar el riesgo de cáncer de piel.
  • Fatiga y Agotamiento: El calor extremo, combinado con la carga de trabajo, puede llevar a una mayor fatiga y agotamiento en los trabajadores. Esta condición no solo afecta el rendimiento, sino que también aumenta la probabilidad de errores y accidentes, especialmente en trabajos que requieren precisión o el manejo de maquinaria.

2) Normativas sobre Prevención de Riesgos Laborales

En muchos países, existen normativas y regulaciones específicas que abordan la prevención de riesgos laborales, estableciendo obligaciones y directrices para empleadores y empleados. Algunas de las normativas laborales más relevantes en nuestro país son:

  • Ley 31/1995, de 8 de noviembre: La también conocida como la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, es la normativa principal que regula la prevención de riesgos laborales en España. Esta ley establece los derechos y deberes tanto de los trabajadores como de los empleadores en relación con la seguridad y la salud en el trabajo.
  • Real Decreto 39/1997, de 17 de enero: Este texto aprueba el denominado Reglamento de los Servicios de Prevención, que regula la organización y funcionamiento de los servicios de prevención dentro de las empresas. Su última modificación fue con el Real Decreto 899/2015.
  • Directiva 89/391/CEE del Consejo: Esta regulación proporciona un marco general, aplicable a todos los Estados miembros de la Unión Europea, para la mejora de la seguridad y la salud en el trabajo.
  • Real Decreto 4/2023 de 11 de mayo: Establece requisitos y medidas específicas de prevención de riesgos laborales para trabajos que se desarrollen al aire libre, especialmente en contextos de calor extremo.

Por otra parte, en la Constitución Española, en su artículo 40.2 establece que «los poderes públicos fomentarán una política que garantice la formación y readaptación profesionales; velarán por la seguridad e higiene en el trabajo y garantizarán el descanso necesario, mediante la limitación de la jornada laboral, las vacaciones periódicas retribuidas y la promoción de centros adecuados.»

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3) Medidas Preventivas Generales

Priorizar la salud de los trabajadores durante la temporada estival adoptando un enfoque proactivo para proteger a los empleados del calor  implica una serie de medidas preventivas de carácter general que minimicen la exposición a temperaturas extremas y promover una cultura de seguridad ante potenciales riesgos laborales:

3.1 Ajuste de horarios de trabajo

Minimizar el impacto del calor en la salud y productividad de los trabajadores es posible tan solo ajustando los horarios de trabajo o reduciendo la jornada. Considerar iniciar la jornada laboral más temprano o concluir más tarde en el día puede evitar las horas de mayor calor. Además, implementar pausas regulares durante las horas más calurosas ayuda a reducir la exposición continua, permitiendo que los empleados se recuperen y mantengan un nivel óptimo de rendimiento.

3.2 Gestión de la Temperatura y el Entorno de Trabajo

Para proteger a los empleados durante los meses calurosos, es esencial regular adecuadamente la temperatura de la oficina o entorno de trabajo. Aquí se detallan algunas estrategias clave para mantener un ambiente seguro y cómodo:

  • Optimización de la Ventilación y Climatización: Asegurarse de que los espacios de trabajo estén bien ventilados y, si es posible, climatizados, es crucial para mantener un ambiente fresco. La instalación y mantenimiento de sistemas de aire acondicionado y ventiladores contribuyen a reducir la temperatura interior, mejorando el confort y la eficiencia de los empleados.
  • Uso de Sombras y Refugios en Exteriores: Para trabajos al aire libre, es importante utilizar estructuras de sombra como toldos y carpas para proteger a los empleados del sol directo. Establecer áreas de descanso con sombra permite que los trabajadores se refugien y se enfríen durante las pausas.
  • Control de la Humedad y la Ventilación en Espacios Cerrados: La gestión de la humedad en el aire y la correcta ventilación en espacios cerrados previene la acumulación de calor y mantiene un ambiente más cómodo. Utilizar deshumidificadores y asegurar una adecuada circulación del aire ayuda a mejorar las condiciones de trabajo y reducir la sensación de calor.

3.3 Hidratación y Nutrición Adecuada

La hidratación y la nutrición juegan un papel importante. Las altas temperaturas incrementan la pérdida de líquidos y electrolitos a través del sudor, lo que puede llevar a la deshidratación y otros riesgos laborales si no se manejan adecuadamente:

  • Importancia de una Hidratación Constante: La hidratación es esencial para la salud y el bienestar, especialmente en climas cálidos. Mantener un suministro constante de agua ayuda a prevenir la deshidratación y a mantener el equilibrio de fluidos en el cuerpo.
  • Sugerencias de Bebidas y Alimentos que Ayudan a Mantener la Hidratación: Además del agua, es beneficioso consumir bebidas isotónicas y comer alimentos ricos en agua, como frutas y verduras, que ayudan a reponer los electrolitos y mantener la hidratación. Evitar bebidas alcohólicas y con cafeína, ya que pueden aumentar la deshidratación.
  • Provisión de Agua Potable y Refrescos en el Lugar de Trabajo: Asegurar que el lugar de trabajo tenga agua potable y opciones de refrescos disponibles en todo momento es crucial. Colocar dispensadores de agua accesibles y hacer que los empleados tengan fácil acceso a bebidas refrescantes contribuye a mantener una adecuada hidratación durante la jornada laboral.

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3.4 Equipos de Protección Personal (EPP)

El uso adecuado de equipos de protección personal (EPP) específicos para las condiciones estivales ayudan a mitigar los riesgos laborales asociados con el calor y protegen a los trabajadores de los efectos nocivos de la exposición solar y las altas temperaturas.

  • Selección de EPP Adecuado para el Verano: Elegir equipos de protección personal que sean adecuados para el calor es fundamental para la seguridad y confort. El uso de materiales ligeros y transpirables ayuda a reducir la acumulación de calor y mejora la comodidad del trabajador.
  • Uso de Sombreros, Gafas de Sol y Cremas Protectoras: Protegerse del sol con sombreros, gafas de sol y aplicar cremas protectoras es esencial para prevenir quemaduras solares y daños a la piel. Estos elementos de protección ayudan a reducir la exposición directa a los rayos UV, protegiendo la salud a largo plazo.
  • Adaptación de Calzado y Ropa de Trabajo según la Estación: Usar calzado y ropa adecuada para el verano, como tejidos ligeros y transpirables, es importante para mantener el confort. Adaptar la ropa de trabajo a las condiciones climáticas reduce el riesgo de sobrecalentamiento y mejora la movilidad y el bienestar general en condiciones de calor.

3.5 Educación y Sensibilización de los Trabajadores

En el marco de la Ley 31/1995, la educación y la sensibilización de los trabajadores también juega un papel en la creación de un entorno laboral seguro y saludable al imponer obligaciones a los empleadores que garantizar el cumplimiento de la normativa de prevención de riesgos laborales.

La ley contempla el derecho de los trabajadores a recibir formación específica en materia de prevención. Una formación debe ser adaptada a las características y particularidades del puesto de trabajo. El objetivo es equipar a los empleados con los conocimientos necesarios para identificar, evaluar y gestionar los riesgos laborales asociados a sus tareas diarias.

La ley establece que esta formación debe ser gratuita e impartida dentro de la jornada laboral, o en otro horario con el correspondiente descuento del tiempo invertido, garantizando que el coste de la formación no sea un impedimento para el trabajador.

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4) Planes de Emergencia y Protocolos de Actuación ante Riesgos Laborales

Contar con procedimientos claros y bien establecidos para proteger a los empleados antes riesgos laborales permite a las empresas gestionar eficazmente cualquier crisis o emergencia. En verano, es esencial tener un plan integral adaptado a los riesgos específicos de esta temporada, asegurando una respuesta rápida y eficiente ante cualquier situación crítica.

  • Identificación de Riesgos Laborales: Evaluar los riesgos laborales específicos que podrían causar una emergencia como una ola de calor o la proliferación de bacterias, hongos e insectos.
  • Procedimientos de Respuesta: Establecer procedimientos claros para cada tipo de riesgo con acciones específicas para prevenir y manejar cada caso.
  • Asignación de Responsabilidades: Designar a personas encargadas de coordinar la respuesta en caso de emergencia, asegurando que todos los roles críticos estén cubiertos.
  • Instrucciones Claras: Proporcionar directrices sobre cómo reaccionar ante emergencias y las acciones a seguir en cada caso.
  • Sistemas de Alerta: Implementar sistemas de alerta que informen rápidamente a los empleados sobre emergencias relacionadas con situaciones críticas.
  • Equipos de Primeros Auxilios: Mantener kits de primeros auxilios actualizados y accesibles en lugares clave, así como capacitar a ciertos empleados para una respuesta rápida y efectiva.
  • Acceso a Servicios Médicos: Establecer protocolos para contactar con los servicios médicos en caso de urgencia.
  • Actualización Continua: Actualizar regularmente la formación sobre los riesgos laborales estivales y asegurarse de que los nuevos empleados reciban capacitación adecuada.

5) Salud Mental y Riesgos Laborales

Durante los meses de verano, el bienestar psicológico también puede verse gravemente afectado, ya que las altas temperaturas no solo impactan la salud física, sino también el estado mental y emocional.

Las personas pueden volverse más irritables y experimentar dificultades para concentrarse, lo que puede reducir la productividad y producir un ciclo de estrés y cansancio continuado.

Una exposición prolongada al calor puede aumentar los niveles de estrés, ansiedad y agotamiento, dificultando la capacidad de las personas para manejar sus actividades diarias. La combinación de incomodidad física y presión psicológica puede desestabilizar el equilibrio emocional, dificultando aún más la capacidad para llevar a cabo las tareas más cotidianas.

El calor extremo también interfiere con la calidad del sueño. Las noches calurosas pueden dificultar el descanso, incrementando el riesgo de insomnio y alterando los ritmos circadianos, lo que agrava los problemas de salud mental y reduce aún más la capacidad de las personas para lidiar con el estrés y rendir positivamente en su puesto de trabajo.

Conclusiones

Durante los meses de verano, el aumento de las temperaturas incrementa significativamente los riesgos laborales como golpes de calor, cuadros de deshidratación y fatiga. Estos problemas pueden tener consecuencias graves si no se abordan adecuadamente. Por ello, es fundamental que las empresas estén preparadas ante posibles emergencias y cuenten con un plan integral de medidas preventivas.

La formación continua de los empleados y la actualización de protocolos de actuación son fundamentales para una ofrecer respuesta efectiva ante posibles signos y síntomas, así como aplicar correctamente técnicas primeros auxilios, administrar líquidos y, si es necesario, buscar atención médica.

En este sentido, contar con el asesoramiento de un profesional experto en asesoría laboral puede ser de gran ayuda para que las empresas aseguren el cumplimiento de las normativas vigentes y garanticen un entorno de trabajo seguro durante todo el año.

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