Realidad Virtual, últimas tendencias en formación
Un análisis de las últimas tendencias del binomio entre formación – realidad virtual y sus implicaciones en el futuro de las Escuelas de Negocio.
Si hasta ahora una imagen valía más que mil palabras, a partir de ahora una experiencia valdrá más que mil imágenes.
Debido a los profundos cambios tecnológicos que se producen en nuestro entorno. También las posibles repercusiones que puede tener su incorporación al mundo de la formación. Es previsible a corto o medio plazo la sustitución de métodos tradicionales por otros basados en herramientas 3D, especialmente la realidad virtual. Analizaremos esas tendencias en el contexto de la formación de masters impartidos por las Escuelas de Negocio.
Como punto de partida, sabemos que el camino de la formación es una fuente inagotable de experimentación en metodologías y herramientas. Estas actúan como potenciadores del aprendizaje. Un proceso continuo en el que se van incorporando nuevas herramientas en base al impacto, aceptación y aprovechamiento que tienen entre el alumnado.
En pocos años podemos pasar de una formación demostrativa o expositiva donde se utilizan simuladores en dos dimensiones, manuales , fotografías, esquemas, dibujos… a modelos de enseñanza reforzados con simuladores 3D , a experiencias formativas de realidad aumentada o incluso a entornos de realidad virtual , inmersiva y no inmersiva sustituyendo a las pantallas del ordenador con gafas realidad virtual y guantes o trajes especiales.
Ante nuestros ojos se abre todo un mundo de posibilidades. Estas cambian el papel que el formador ha venido desempeñando en la enseñanza tradicional. Además de sus mecanismos de interacción con el grupo de aprendizaje.
¿Qué implicaciones tienen estas tendencias si las aplicamos en las Escuelas de empresas?
- Los alumnos podrán Interactuar simultáneamente sobre diferentes sentidos. Esto favorecerá que se estimule el aprendizaje y se potencie el aprovechamiento.
- Se garantiza el aprendizaje en primera persona. No a través de terceros, es decir que el alumno va a poder experimentar y descubrir por sí mismo. Será el protagonista indiscutible en la adquisición de conocimientos y habilidades.
- Igual que podremos probarnos ropa sin desvestirnos, mediante realidad virtual, será posible hacer un balance en tiempo real, analizar el comportamiento de los clientes interactuando virtualmente con ellos, visitar una empresa sin movernos del aula.. todo ello enriquecerá el aprendizaje y asegurará una optimización de tiempo ( nos ahorramos los desplazamientos). Cuando para visitar una empresa con nuestros alumnos necesitábamos 3- 4 horas, aplicando herramientas de realidad virtual podremos reducir este tiempo. De esta manera en vez de una visita podremos realizar 3-4 visitas en una misma mañana.
- Permitiremos interacciones de aprendizaje superando las barreras del espacio. Significa que en una misma sesión de trabajo podremos contar con alumnos que estén ubicados en diferentes puntos geográficos. Asimismo podrán compartir la misma realidad que el resto.
¿Qué le falta al binomio formación y realidad virtual para asegurar su éxito en este panorama de innovación y cambio?
- Es imprescindible apostar fuerte por el desarrollo tecnológico con las inversiones que esto requiere. Con el fin de que las aulas se conviertan en verdaderos centros de experimentación donde el formador actúe como facilitador de procesos y soluciones.
- Es imprescindible una mayor coordinación entre las Escuelas de Negocio y los proveedores de tecnología hasta conseguir que la realidad virtual se optimice con un enfoque formativo eficaz y podamos incorporarla a nuestros programas máster .
- Los contenidos y las herramientas virtuales tendrán que respetar las reglas del juego. El contexto enseñanza-aprendizaje en el que nos movemos en este tipo de formación. La tecnología a nuestro servicio, no al contrario.
- El intercambio de experiencias y conocimientos que se generan con las prácticas en empresas, parte de la esencia de nuestros programas, no podrán ser sustituidas por prácticas virtuales pues perderían el objetivo de entrenamiento y socialización laboral para el que han sido creadas.
- Finalmente los intercambios y sinergias que se generan en el aula entre alumnos y profesores. Además de los vínculos y la complejidad de relaciones personales difícilmente podrán ser sustituidos por la realidad virtual de forma indiscriminada.
Sería conveniente adaptar los programas formativos, las aulas, los tiempos, los objetivos, las metodologías. Todo sin menosprecio de las herramientas que ahora funcionan. Siempre que queramos conseguir que la formación y la realidad virtual constituyan un binomio perfecto.
¿Qué opinas de aplicar la realidad virtual a la formación?
Comparte tu experiencia.
Charo López
Gestora del Vivero Aeronáutico de la Cámara de Comercio de Sevilla